La campaña de Kamala Harris, candidata demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, intensificó sus esfuerzos este jueves para solicitar donaciones de dinero a sus votantes con el objetivo de financiar su campaña en los llamados «estados indecisos». Este impulso responde a las recientes encuestas que indican un decremento en el apoyo hacia Harris y un aumento significativo para Donald Trump en territorios clave como Michigan, Wisconsin y Pensilvania. De acuerdo con un sondeo de The New York Times y Siena College, Harris no ha logrado captar el voto del electorado independiente de clase media, esencial en las elecciones, concentrando su base principalmente en mujeres, jóvenes y afroamericanos. La percepción es que sus propuestas de «economía de cuidados» no resuenan con los votantes de clase media trabajadora, quienes buscan medidas más firmes contra la inflación, aranceles a China y planes de infraestructura, áreas en las que Trump parece tener la delantera.
Las encuestas más recientes muestran a Trump liderando en Arizona, Georgia, Pensilvania y Wisconsin, mientras Harris solo mantiene una ligera ventaja en Carolina del Norte y Michigan, y ambos candidatos están empatados en Nevada. Con este panorama, Harris está urgida de fondos para intensificar su presencia en los estados cruciales. En Pensilvania, estado decisivo para los comicios, las encuestas presentan datos contradictorios, con una ventaja mínima para Trump según InsiderAdvantage y para Harris según USA Today/Suffolk. De mantener Arizona y Georgia y conquistar Pensilvania y Wisconsin, Trump estaría en una posición favorable para ganar las elecciones, algo que incluso los estrategas demócratas reconocen como un riesgo real para Harris, quien necesita imperiosamente ganar los estados del llamado «Muro Azul».
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