La crisis climática está exacerbando incendios incontrolados en diversas regiones del mundo. En septiembre, Colombia enfrenta una grave emergencia con aproximadamente 23.000 hectáreas consumidas por el fuego. Según la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD), actualmente hay 22 incendios activos y 6 controlados en el país, afectando especialmente a los departamentos de Tolima, Huila, Cauca, Cundinamarca, Valle del Cauca y Nariño. Este fenómeno no es aislado; en toda América Latina se reportan incendios en áreas críticas como el Amazonas. En Perú estos han dejado al menos 15 muertos, mientras que en Brasil, la peor sequía en siete décadas está provocando fuegos devastadores.
Las consecuencias de estos incendios son catastróficas, con severas pérdidas de biodiversidad y hábitats naturales, además de poner en peligro la salud humana debido a la contaminación del aire. En Colombia, prácticas agrícolas y la deforestación han exacerbado la situación, haciendo que regiones como Tolima hayan visto duplicar sus incendios en cuestión de días. La UNGRD utiliza helicópteros para combatir el fuego, mientras que se discuten estrategias de “fuego técnico” para contener las llamas. La ONU subraya la necesidad de estrategias integrales de gestión de incendios, destacando la importancia de la participación comunitaria y de los pueblos indígenas en estas medidas.
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