En Portland, Oregón, la activista saudita de derechos humanos Loujain Alhathloul ha obtenido un significativo avance legal contra el software de espionaje que facilitó su detención y tortura. Un juez federal ha dado luz verde a su demanda, marcando un precedente crucial en la jurisprudencia de derechos humanos.
La Jueza Karin J. Immergut del Distrito de Oregón permitió que la demanda de Alhathloul contra DarkMatter Group y tres antiguos ejecutivos siga adelante bajo la Ley de Fraude y Abuso Informático (CFAA), un avance innovador en casos de derechos humanos en este ámbito. No obstante, el tribunal desestimó otras afirmaciones basadas en el Estatuto de Tortura Extranjera.
Alhathloul está respaldada por el Electronic Frontier Foundation (EFF), el Center for Justice and Accountability, Foley Hoag y Tonkon Torp LLP. David Greene, director de Libertades Civiles de la EFF, calificó la decisión como un paso importante para víctimas de abusos cometidos por gobiernos extranjeros con el apoyo de tecnología estadounidense de espionaje.
Nombrada al Premio Nobel de la Paz en 2019 y 2020, Alhathloul ha sido una voz prominente por los derechos de las mujeres en Arabia Saudita, defendiendo el derecho a conducir y criticando el sistema de tutela masculina.
La demanda sostiene que DarkMatter Group, junto a sus ejecutivos Marc Baier, Ryan Adams y Daniel Gericke, fue contratada por los Emiratos Árabes Unidos para acosar a Alhathloul y otros disidentes. La tecnología de ciberespionaje estadounidense fue utilizada para infectar su iPhone y extraer datos, lo que condujo a su detención arbitraria por los servicios de seguridad de los Emiratos y su entrega a Arabia Saudita, donde fue torturada. Aunque ahora está fuera de prisión, enfrenta una prohibición de viaje que la mantiene atrapada en su país.
Presentada en diciembre de 2021, la demanda fue desestimada inicialmente en marzo de 2023, pero tras su revisión en mayo, la jueza Immergut destacó que las reclamaciones de Alhathloul estaban vinculadas con contactos en Estados Unidos, permitiendo que avancen bajo la CFAA.
Este fallo se inscribe en un contexto global de creciente visibilidad de violaciones de derechos humanos y podría establecer un modelo para futuros casos similares.