El Gobierno de Israel ha convocado a la embajadora de España, Ana María Salomón Pérez, tras las polémicas declaraciones del presidente español Pedro Sánchez en el Congreso, donde afirmó que su Ejecutivo no comercia «con un Estado genocida», refiriéndose a Israel. Estas declaraciones surgieron en respuesta a las críticas del diputado de ERC, Gabriel Rufián, y han generado un considerable malestar en las autoridades israelíes. La tensión entre España e Israel ha aumentado significativamente desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza y se ha visto exacerbada por la reciente venta de armas españolas a Israel, valorada en 5,3 millones de euros, justo después del ataque de Hamás, que desencadenó la actual crisis.
La relación entre los gobiernos de España e Israel ya estaba marcada por continuos desencuentros, incluyendo el reconocimiento español del Estado de Palestina y la participación en una causa internacional contra Israel por genocidio. Además, los ataques mediáticos desde Israel a altos funcionarios españoles, incluyendo burlas a través de inteligencia artificial, han complicado aún más las relaciones. España enfrenta una presión creciente debido a sus posicionamientos internacionales, mientras que Israel responde con fuertes críticas, acusando a líderes españoles de incitación antisemita. Esta tensa dinámica refleja un conflicto diplomático complejo, en medio de un contexto internacional volátil.
Leer noticia completa en El Pais.