La Junta de Andalucía ha remitido a la Fiscalía toda la información sobre el suicidio de una niña de 14 años, alumna del colegio Irlandesas de Loreto en Sevilla, quien había denunciado acoso escolar. La Inspección educativa confirmó que, a pesar de que el centro implementó algunas medidas, no activó los protocolos de acoso ni de conductas autolíticas como era su obligación legal. Este incidente ha llevado a la Consejería de Desarrollo Educativo a abrir un expediente administrativo al colegio para determinar posibles responsabilidades. Al ser centros concertados, estos están obligados a aplicar los protocolos de acoso igual que los centros públicos, aunque el personal no sea funcionario.
La tragedia tuvo lugar el martes pasado cuando la adolescente se suicidó arrojándose desde un balcón. La Policía comenzó a investigar el caso como un suicidio, con indicios de bullying no denunciado previamente, aunque la madre había advertido al colegio sobre el acoso sufrido por su hija. La dirección del centro fue informada de que la menor había sido acosada por compañeras, quienes se burlaban de su apariencia física. El colegio emitió un comunicado mostrando consternación por el suceso, enfocado en apoyar a la familia y los estudiantes. La situación subraya la importancia de recursos como el Teléfono de la Esperanza y la Fundación Anar para apoyar a personas con conductas suicidas y sus familias.
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