Israel ha intensificado su ofensiva sobre Irán y Yemen por tercer día consecutivo, respondiendo a los ataques con misiles de Teherán que han dejado cinco muertos en el norte de Israel. La escalada de violencia incluye bombardeos israelíes a instalaciones energéticas iraníes, además de objetivos militares y nucleares. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, permanece en vigilancia junto a su gabinete de seguridad. Mientras tanto, Irán ha lanzado misiles balísticos que han impactado en la localidad de Tamra, cerca de Haifa, elevando el número de fallecidos y dejando docenas de heridos.
La situación ha generado alarma en Tel Aviv, donde los sistemas de defensa antiaérea se han activado tras múltiples alertas en teléfonos móviles pidiendo a la población buscar refugio. Las explosiones se han sentido en varias zonas y se han reportado incendios en los distritos de Dan y Jerusalén. La creciente tensión ha llevado a países vecinos como Jordania y Siria a cerrar sus espacios aéreos. Además, el estado de emergencia ha obligado a cancelar eventos públicos, como la fiesta del orgullo en Tel Aviv, dejando las calles desiertas.
Leer noticia completa en El Pais.