Un joven estadounidense, Mykhailo Viktorovych Polyakov, de 24 años, ha sido arrestado por la policía de India tras intentar establecer contacto con el pueblo indígena aislado de la isla Sentinel del Norte, situada en el océano Índico. Polyakov desembarcó en la isla con la intención de grabar su experiencia, dejando una lata de refresco y un coco, y tomando muestras de arena. Su acción ha sido duramente criticada por organizaciones defensoras de los derechos indígenas, como Survival International, que han calificado el acto de «imprudente» y «profundamente inquietante», subrayando el peligro que representan estos intentos de contacto no solo para los extranjeros, sino principalmente para la comunidad sentinelesa, cuya salud podría verse gravemente afectada por la introducción de enfermedades externas.
La isla, habitada por una de las últimas comunidades indígenas aisladas del mundo, está legalmente protegida por India, que prohíbe el acceso a ciudadanos indios y extranjeros a menos de cinco kilómetros para salvaguardar a los sentineleses de enfermedades y alteraciones externas. Este incidente recuerda al asesinato de John Allen Chau en 2018, otro estadounidense que ingresó a la isla con fines misioneros. A pesar de las estrictas regulaciones, la fascinación por estas comunidades lleva a algunos, como Polyakov, a desafiar las leyes, poniendo en riesgo la vida de los nativos y avivando el debate sobre la necesidad de una mayor protección de los pueblos indígenas. Survival International ha emitido un comunicado resaltando la responsabilidad de las autoridades de proteger a estos grupos vulnerables de cualquier forma de contacto no deseado.
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