El Consell de Mallorca ha iniciado un proceso para implementar medidas de control vehicular en la isla, como resultado de un estudio de carga presentado por la institución insular. En una reunión de la Comisión de Movilidad de Mallorca, el presidente Llorenç Galmés enfatizó la importancia de alcanzar un consenso sobre las acciones propuestas, que incluyen la limitación del ingreso de vehículos que no tributan en las Islas Baleares. Entre las medidas más destacadas, se considera imponer un límite a la entrada de coches de alquiler y aplicar una tasa disuasoria. Además, se fomentarían los aparcamientos disuasorios y se ampliaría la infraestructura para ciclistas, con el objetivo de promover la movilidad sostenible.
El estudio revela que la entrada de vehículos a la isla ha experimentado un aumento significativo, con un incremento del 108% en comparación con 2017, llegando a cerca de 400,000 coches en 2023. Las propuestas incluyen restricciones para los vehículos foráneos y la colaboración con navieras para ajustar la oferta de embarque. Asimismo, se plantean mejoras en el transporte público y el impulso de la movilidad colaborativa. A través de estas medidas se busca reducir el tráfico y mejorar la calidad de vida en Mallorca, considerando el impacto del turismo en la movilidad insular. El plan apunta a conservar un número de vehículos similar al de 2017 para mantener la fluidez en las carreteras.
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