El 2025 inicia con una serie de medidas que prometen dejar huella en la economía doméstica y la planificación empresarial en España. Tal y como se ha revelado, los consumidores, trabajadores autónomos y empresas deberán ajustar sus presupuestos ante notables alzas en los costos de servicios básicos, modificaciones fiscales y reformas en el sistema de pensiones.
Los servicios esenciales no estarán exentos de estas subidas, comenzando con el sector de las telecomunicaciones, donde gigantes como Movistar, Vodafone y Orange han anunciado incrementos de tarifas de entre el 3% y el 5%, justificándose en la necesidad de ajustar precios conforme al Índice de Precios al Consumidor (IPC). Por su parte, las tarifas de las autopistas de peaje gestionadas por el Estado experimentarán un alza de entre un 2% y un 11.09%, mientras que las operadas por concesionarias privadas verán aumentos que fluctúan entre un 3.84% y un 5.45%.
El sector energético tampoco queda exento de esta ola de incrementos. La factura eléctrica, que en años anteriores vio una reducción temporal del IVA, vuelve a ser gravada al 21%, acompañada de un aumento del 39% en los cargos del sistema eléctrico. El gas natural, igualmente, experimentará un notable incremento de precios, con la tarifa de último recurso (TUR) subiendo un 10% para los consumidores individuales y hasta un 18.3% para las comunidades vecinales.
Se acaban además las rebajas fiscales en alimentos básicos, elevando el costo de productos esenciales en la cesta de la compra. El IVA para aceite de oliva y alimentos básicos vuelve al 4%, y los aceites de semilla y pasta al 10%.
Reformas significativas también se implementan en el sistema de pensiones. La nueva regulación establece la edad ordinaria de jubilación en 66 años y 8 meses para aquellos con menos de 38 años y 3 meses cotizados, y en 65 años para quienes superen este criterio de cotización. Las pensiones contributivas se verán revalorizadas en un 2.8%, las mínimas aumentarán un 6%, mientras que las no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) verán un aumento del 9%.
En el ámbito fiscal, se introducen nuevas imposiciones para empresas de gran tamaño y sectores específicos. Destaca un tipo mínimo del 15% para el Impuesto sobre Sociedades, un nuevo gravamen para el sector energético con incentivos para quienes apuesten por la descarbonización, y un impuesto específico sobre los cigarrillos electrónicos que entra en vigencia a partir de abril.
Para los autónomos y asalariados, los cambios son igualmente relevantes. El sistema de cotización por ingresos reales se sigue implementando, con cuotas que oscilarán entre 200 y 590 euros mensuales. Además, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) sube la cotización al 0.8%, y se introduce una cuota de solidaridad para sueldos que sobrepasen la base máxima de cotización, con un tipo progresivo que alcanza un máximo del 1.17%.
En resumen, el inicio de 2025 plantea retos económicos significativos para los hogares y las empresas, en un contexto donde las subidas en servicios básicos y productos esenciales coinciden con ajustes fiscales. Aunque algunos anticipan menores costos en hipotecas debido a la esperada disminución del Euríbor, los aumentos generales predicen un año desafiante para la economía doméstica.