El personal de enfermería a nivel mundial ha visto un aumento notable, pasando de 27,9 millones en 2018 a 29,8 millones en 2023, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en el Día Internacional de la Enfermería. Sin embargo, las desigualdades en la distribución de estos profesionales persisten, ya que el 78% de las enfermeras se concentran en países que representan solo el 49% de la población mundial, dejando a un gran sector sin acceso a servicios esenciales.
Los países de ingresos bajos y medianos enfrentan obstáculos en la formación, empleo y retención de personal de salud, destacando la necesidad de más inversión en sus sistemas sanitarios. Al mismo tiempo, las naciones ricas deben prepararse para un aumento en las jubilaciones del personal de enfermería y depender menos de profesionales formados en el extranjero.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ha reconocido los avances, pero insiste en que no se deben ignorar las desigualdades existentes. La profesión, compuesta en un 85% por mujeres, también depende significativamente de la migración internacional, con una de cada siete enfermeras nacida en el extranjero.
Pese a que un 33% del personal de enfermería es joven, menor de 35 años, existe preocupación por una posible escasez futura. Especialmente en 20 países de altos ingresos, se prevé que las jubilaciones superen las nuevas incorporaciones, amenazando la experiencia en la profesión.
El informe señala que el 62% de los países ya posee funciones avanzadas en enfermería, mejorando el acceso y calidad de la atención. No obstante, solo el 42% ofrece apoyos para la salud mental del personal, un aspecto crítico tras la pandemia de COVID-19.
La OMS urge a los países a crear más puestos de trabajo de forma equitativa, mejorar la educación, asegurar condiciones laborales adecuadas y promover la salud mental del personal. También resalta la importancia de adoptar tecnologías digitales y preparar a las enfermeras para brindar cuidados sensibles al clima, asegurando así un sistema sanitario justo y sostenible.