Los padres de una niña en Arganda del Rey han solicitado al Ayuntamiento local una solución sencilla pero vital: pintar los escalones del municipio. La pequeña, que sufre una condición visual que le hace percibir el entorno de manera bidimensional, al estilo de un póster, experimenta dificultades significativas para dimensionar correctamente los objetos y espacios a su alrededor. Esta situación ha aumentado el riesgo de tropiezos y caídas, lo que preocupa a sus padres quienes, en busca de mejorar su calidad de vida, han recurrido a una medida que podría parecer simple a primera vista, pero que resulta indispensable para el bienestar de su hija.
La respuesta solicitada al Ayuntamiento no es nueva en el ámbito de las mejoras de accesibilidad urbana. Pintar los bordes de los escalones con colores contrastantes es una práctica reconocida que permite a las personas con dificultades visuales identificar cambios de nivel más fácilmente, mejorando su seguridad al caminar por áreas públicas. La iniciativa subraya la importancia de adaptar el entorno urbano para hacerlo más inclusivo para todas las personas, incluyendo aquellas con discapacidades visuales. Aunque el artículo no detalla la respuesta del Ayuntamiento, el caso de esta familia destaca la crucial colaboración entre ciudadanos y autoridades para crear entornos más seguros y accesibles.
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