En la región de la Orinoquía en Colombia se alza la Hacienda San José, un innovador ejemplo de ganadería sostenible que armoniza tecnología avanzada y prácticas ancestrales para enfrentar los desafíos del cambio climático. Esta empresa familiar no solo redefine las normas en la producción de carne, sino que también mitiga los impactos ambientales negativos asociados a la agricultura tradicional. A través de la integración de técnicas de selección genética y agricultura regenerativa, la hacienda ha logrado optimizar su productividad manteniendo la biodiversidad del paisaje. El trabajo en colaboración con la Corporación Financiera Internacional y el gobierno colombiano busca no solo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) sino también preservar los valiosos ecosistemas, promoviendo un modelo que considera el bienestar ecológico como parte esencial de su éxito económico.
La Hacienda San José ha implementado sistemas silvopastoriles, una técnica que integra árboles, vegetación y ganado para restaurar el equilibrio natural del entorno y mejorar la captura de carbono en el suelo. Desde 2010, ha conseguido reducir su huella de carbono y aumentar la resistencia a las sequías, además de ofrecer refugio a la vida silvestre. Gracias a estas prácticas, las emisiones de GEI se han reducido en un 46% en comparación con otras granjas locales. Este enfoque no solo abre la puerta al acceso a mercados premium, sino que también inspira una transición hacia una ganadería más sostenible en Colombia, mostrando que es posible lograr un balance entre producción, conservación del medio ambiente y desarrollo económico. La hacienda se posiciona como un referente para el futuro de la ganadería, ofreciendo soluciones que podrían replicarse en otras regiones del país y del mundo.
Leer noticia completa en El Pais.