Este jueves, el Senado de Estados Unidos confirmó a Robert F. Kennedy Jr. como secretario del Departamento de Sanidad bajo la administración de Donald Trump, con una ajustada votación de 52 a favor y 48 en contra. Kennedy, conocido por su controvertida postura contra las vacunas, es miembro de la ilustre familia del Partido Demócrata, lo que ha generado tensiones con sus compañeros de partido que votaron unánimemente en su contra, incluyendo la oposición del senador republicano Mitch McConnell de Kentucky, quien expresó su rechazo debido a las posturas de Kennedy respecto a las vacunas. Kennedy se ha comprometido a replantear el enfoque de la atención sanitaria en Estados Unidos y a restaurar la confianza en las instituciones del sector, prometiendo enfrentarse a la epidemia de enfermedades crónicas y reasignar el presupuesto de 1,7 billones de dólares del departamento para construir un país más saludable.
Kennedy, abogado medioambientalista y activista, destaca como una figura atípica en comparación con sus predecesores del Departamento de Sanidad, tradicionalmente provenientes del Congreso o la industria farmacéutica. A pesar de las críticas por sus comentarios sobre las vacunas, que algunos ven como un intento de socavar la ciencia, Kennedy ha reunido una coalición diversa de apoyo que incluye a «madres de granola crujiente» y conservadores escépticos del gobierno. Sus promesas incluyen reducir la burocracia del departamento, combatir los lazos entre las farmacéuticas y los reguladores, y enfocar los recursos hacia investigaciones que promuevan la salud general. La trayectoria de Kennedy ha sido un tanto inusual, habiéndose inscrito primero como candidato presidencial demócrata para 2024, luego como independiente, y finalmente respaldando a Trump tras su retirada de la contienda.
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