La temporada de ciclones cobra fuerza en México con la intensificación de Helene, que ha evolucionado de tormenta tropical a huracán de categoría 1, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Con su centro ubicado frente a la costa norte de Quintana Roo, el huracán amenaza con marejadas ciclónicas, vientos dañinos y lluvias torrenciales, lo que ha llevado a la declaración de alerta roja en la península de Yucatán, particularmente en municipios como Benito Juárez y Cozumel. La gobernadora Mara Lezama ha enfatizado la importancia de seguir las recomendaciones de seguridad y mantenerse informados a través de canales oficiales, mientras que los estados vecinos de Yucatán y Campeche también comienzan a sentir los efectos del ciclón.
Durante la madrugada, el huracán Helene, aún como tormenta tropical, provocó lluvias intensas y dejó a 122,889 usuarios sin energía eléctrica en Quintana Roo. La situación se torna más crítica con el último reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que monitorea el ciclón a 165 kilómetros al noreste de Cabo Catoche. Ante esta emergencia, autoridades de protección civil en todos los niveles están en alerta máxima, mientras la población en las zonas de prevención, que se extienden desde Cabo Catoche hasta Tulum, es urgida a tomar precauciones. Esta tormenta trae consigo acumulaciones de lluvia de hasta 250 mm y vientos con rachas de 110 km/h, además de oleaje elevado en las costas, complicando aún más el panorama para los residentes y los destinos turísticos de la región.
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