El Athletic Club logró arañar un empate in extremis frente al Valladolid en un emocionante duelo en el Estadio José Zorrilla que dejó a los locales con un sabor amargo. El Valladolid, que había conseguido adelantarse en el minuto 78 gracias a un cabezazo de Raúl Moro, parecía encaminado a abandonar la zona de descenso. Sin embargo, el plan de los pucelanos se desvaneció en el último suspiro, cuando Gorka Guruzeta, con un espectacular remate de espaldas, igualó el marcador en el minuto 94, haciendo vibrar a los aficionados visitantes y silenciando a la afición local. El tanto llegó tras una falta lanzada por Ruiz de Galarreta, en un partido donde ambos equipos tuvieron que luchar arduamente para mantenerse en la contienda.
Ambos entrenadores optaron por ajustar sus tácticas; el técnico del Valladolid, Paulo Pezzolano, apostó por una defensa reforzada con cinco hombres para contrarrestar el ataque del Athletic, mientras que Ernesto Valverde, del conjunto bilbaíno, realizó varios cambios en su alineación, probablemente influido por el desgaste de las competiciones europeas. A pesar del dominio en la posesión por parte del Athletic, su juego solía ser predecible, permitiendo al Valladolid resistir con relativa comodidad hasta el gol de Moro. La actuación arbitral también tuvo un papel importante, especialmente cuando una tarjeta roja inicialmente mostrada a Beñat Prados fue revisada y rebajada tras consulta al VAR, alterando el curso del partido. El empate final deja al Valladolid en la cuerda floja, mientras que el Athletic se lleva un punto valioso gracias al atrevimiento de Guruzeta en los momentos finales.
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