Francia atraviesa un momento de alta tensión económica y política tras la convocatoria de elecciones legislativas por parte del presidente Emmanuel Macron, derivado de los resultados adversos en las elecciones europeas. La bolsa ha caído un 6% en la semana, reflejando el impacto negativo en la estabilidad financiera. El déficit público y las reformas fiscales están en el centro del debate, con propuestas que oscilan entre reinstaurar el Impuesto de Solidaridad sobre la Fortuna, defendido por Jean-Luc Mélenchon, y reducir impuestos, promovido por Macron. La inflación y la reforma de las jubilaciones añaden mayor incertidumbre, con los partidos de Marine Le Pen y Mélenchon presentando planes que podrían aumentar el déficit sin resolver los problemas subyacentes. Los mercados necesitan estabilidad en un contexto de política volátil y controvertidas reformas.
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