El festival de literatura fantástica de Barcelona, conocido como el Festival 42, ha demostrado ser un espacio dinámico y diverso en su cuarta edición, atrayendo a casi 8,000 asistentes a la Fabra i Coats. En contraste con estereotipos pasados del fandom del género, este evento resalta por la notable presencia de mujeres y niñas, superando en número a los hombres. El festival, ideado por Ricard Ruiz Garzón, ha logrado congregar en un espacio limitado lo mejor de la literatura fantástica en catalán, español e internacional, abordando temas como los dragones y el terror en su forma más irracional y cotidiana, conocido como horror folk. A pesar de su tamaño reducido comparado con otros eventos similares, el Festival 42 se centra en el poder de la palabra, permitiendo a los asistentes disfrutar de conversaciones enriquecedoras con autores sobre cómo construyen sus mundos imaginarios.
Este año, el festival incluyó discusiones sobre cómo los géneros fantásticos están evolucionando junto a la sociedad, con charlas sobre el steampunk como denuncia racial y la representación de dragones en la fantasía feminista. También se exploraron híbridos de géneros como la «romantasy», fusionando el romanticismo con la fantasía heroica, atrayendo a grandes audiencias con figuras como Rebecca Yarros. Especialmente prominente fue la ficción terrorífica, con autores compartiendo sus experiencias y motivaciones, destacándose la afirmación del autor valenciano Emilio Bueso sobre la intensidad y el desafío de escribir terror que afecte realmente al lector. El Festival 42 se ha consolidado como un ritual cultural en Barcelona, un evento que celebra la literatura fantástica y su impacto en la cultura local, con deseos de expansión futura que permitirían una integración más amplia en la vida cotidiana de la ciudad.
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