Un clérigo que había sido declarado muerto por el Arzobispado el pasado sábado fue confirmado en estado crítico por la Guardia Civil tras un violento ataque que conmocionó a la comunidad religiosa. El incidente tuvo lugar en un monasterio, donde un agresor, cuya identidad no ha sido divulgada, arremetió contra cinco religiosos, dejando a uno de ellos al borde de la muerte. La rápida respuesta de las autoridades permitió la detención del sospechoso el mismo día del suceso, aunque aún quedan muchas preguntas sobre los motivos detrás de este feroz ataque.
Mientras el fraile gravemente herido lucha por su vida en un hospital local, la noticia ha provocado una oleada de solidaridad y consternación entre la población y líderes religiosos. El Arzobispado emitió un comunicado lamentando la confusión inicial sobre el estado del fraile y pidiendo oraciones por la recuperación de todos los afectados. Por su parte, la Guardia Civil continúa con la investigación para esclarecer las circunstancias del ataque que ha dejado una profunda herida en la comunidad religiosa y en la sociedad en general, ávida de respuestas y justicia.
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