El Mobile World Congress (MWC) 2025 ha iniciado su edición en un entorno marcado por la preocupación geopolítica y una intensa competencia en el ámbito tecnológico. Celebrado en el recinto de Fira de Barcelona en L’Hospitalet de Llobregat, el evento reúne a congresistas de todo el mundo ávidos por conocer las últimas novedades en innovación tecnológica. Sin embargo, el foco no se ha desviado de los retos a los que se enfrenta Europa para mantener su autonomía estratégica en telecomunicaciones. Marc Murtra, presidente de Telefónica, subrayó la necesidad de que Europa se posicione como un líder consolidado en el sector, instando a la Comisión Europea a flexibilizar regulaciones para permitir mayor consolidación empresarial. Su declaración refleja la creciente urgencia de responder el dominio de gigantes tecnológicos establecidos en Estados Unidos y China.
La inteligencia artificial (IA) ha acaparado la atención en el congreso, con 2.700 empresas exhibiendo sus avances en esta área. Desde teléfonos inteligentes que ofrecen funcionalidades avanzadas gracias a la IA, como el nuevo Samsung S25 Ultra, hasta innovaciones como Big Fish de Huawei, una tienda automatizada que permite pagar sin pasar por caja, el MWC es una vitrina global para innovaciones disruptivas. Durante las jornadas, se han presentado desarrollos como los deepfakes en la nodriza Honor, así como robots humanoides que aprovechan los últimos avances en procesadores IA de fabricantes como Nvidia. Los debates sobre estos temas, que ponen de manifiesto las oportunidades y desafíos del futuro tecnológico, han enfatizado la relevancia del MWC como referente en la industria mundial.
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