En un giro significativo en la diplomacia internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el mandatario ruso, Vladímir Putin, en Alaska, sin lograr un alto el fuego en Ucrania. A pesar de las expectativas, el encuentro culminó con Trump ofreciendo garantías de seguridad a Ucrania, un gesto que ha sido bien recibido por líderes europeos como António Costa, Ursula von der Leyen y Mark Rutte. Estos dirigentes expresaron su apoyo a las medidas propuestas por Trump y subrayaron la importancia de una tregua incondicional como paso previo a un acuerdo de paz. No obstante, el cambio en la retórica de Trump, que ahora favorece un acuerdo de paz sobre un alto el fuego, parece alinearse más con las exigencias rusas, lo que genera escepticismo entre sus aliados europeos.
Las conversaciones, de alrededor de una hora y media, reafirmaron la postura europea de que cualquier cese de hostilidades debe garantizar la integridad territorial de Ucrania. Los líderes europeos insisten en que las fronteras no deben modificarse por la fuerza y están dispuestos a presionar más a Rusia, ampliando sanciones y medidas económicas. Además, remarcan la necesidad de que Ucrania cuente con garantías de seguridad firmes, evitando que un alto el fuego se use como un descanso táctico para Rusia. Los líderes que participaron en estas reuniones incluyen importantes figuras políticas de Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, Finlandia, y Polonia, destacando la coordinación transatlántica en torno a este conflicto.
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