En los casi 70 años de vuelos espaciales, alrededor de 10,000 satélites y cohetes han reentrado en la atmósfera, muchos más lo harán en el futuro, pero aún se desconoce en detalle qué sucede exactamente cuando un satélite se desintegra. En un esfuerzo por esclarecer este misterio, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto en marcha la misión Draco (Destructive Reentry Assessment Container Object). El propósito de esta misión es investigar cómo lograr que los satélites se desintegren de manera controlada al reentrar en la atmósfera terrestre, evitando así la creación de más basura espacial.
El satélite Draco se ensamblará en las instalaciones de Deimos Space en Puertollano, Ciudad Real. Este proyecto, pionero en la esfera de la sostenibilidad espacial, incluye la construcción de un satélite de aproximadamente 200 kg, considerado del tamaño de una lavadora. Equipado con 200 sensores y cuatro cámaras, el satélite recogerá datos únicos durante su reentrada y ruptura, datos que serán trasmitidos por una cápsula diseñada para sobrevivir a la destrucción del satélite.
Para la realización de esta misión, Deimos Space ha firmado un contrato con la ESA por valor de 17 millones de euros, con un presupuesto inicial de 3 millones de euros para la primera fase. Los equipos de Deimos en Portugal, Italia y Rumanía también participarán en este ambicioso proyecto. “El espacio es esencial para nuestra vida diaria, desde la navegación hasta las comunicaciones. Esta misión ayudará a garantizar que los satélites se desintegren completamente al final de su vida útil, evitando que piezas peligrosas permanezcan en órbita y pongan en riesgo futuras misiones”, declaró Simone Centuori, CEO de Deimos.
La misión Draco contempla la creación de una instalación de cámara limpia de 400 metros cuadrados en Puertollano para la integración del satélite. Patricia Franco, consejera de Economía, Empresas y Empleo de Castilla-La Mancha, subrayó que esta inversión posicionará a Puertollano como un centro clave de la industria aeroespacial en Europa. El alcalde de la localidad, Miguel Ángel Ruiz, añadió que este proyecto representa un importante reconocimiento del talento y la excelencia del centro de Deimos.
Holger Krag, director del Programa de Seguridad Espacial de la ESA, explicó que Draco es parte del enfoque “Zero Debris” (cero residuos) de la ESA, que busca poner fin a la creación de desechos espaciales a finales de esta década. «Necesitamos obtener más información sobre lo que sucede cuando los satélites se queman en la atmósfera, y validar nuestros modelos de reentrada. Los datos recopilados por Draco guiarán el desarrollo de nuevas tecnologías para construir sistemas espaciales más desechables para 2030», señaló Krag.
La misión Draco implicará, tras un vuelo de no más de 12 horas y alcanzando una altitud máxima de 1000 km, la reentrada del satélite sobre una zona deshabitada del océano. Durante este proceso, sus sensores y cámaras registrarán la destrucción y almacenarán los datos en la cápsula. Al quemarse el satélite, la cápsula desplegará un paracaídas para facilitar una conectividad con un satélite geoestacionario y transmitir los datos antes de caer al océano.
Tim Flohrer, director de la oficina de desechos espaciales de la ESA, destacó la importancia de Draco: “Es una misión apasionante que arrojará luz sobre muchas incógnitas de las reentradas de satélites. Lo irónico es que el desarrollo de su nave y su cápsula se beneficiaría sobre todo de los datos que recopilará”, concluyó Flohrer.
En definitiva, la misión Draco no solo promete avances significativos en la sostenibilidad espacial sino que también consolidará el papel de España en la innovación y desarrollo de tecnología aeroespacial.