El panorama en la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha visto alterado con la renuncia del ministro Jorge Pardo Rebolledo, quien ha decidido dejar su cargo como juez constitucional tras más de una década de servicio en el máximo tribunal, sumándose a la salida de su colega Alfredo Gutiérrez. Las dimisiones coinciden con la cercanía de una fecha límite impuesta por una reforma judicial que requiere que los jueces decidan su participación en próximas elecciones de magistrados. Este evento ha generado rumores sobre posibles motivaciones detrás de las renuncias, mientras se anticipan más cambios dentro del Supremo en los próximos días. La trayectoria de Pardo, con cuatro décadas en la carrera judicial y un historial de ascenso basado en méritos y exámenes de oposición, ha sido defendida como ejemplo de independencia e integridad.
En su carta de renuncia, el ministro Pardo ha reiterado su compromiso con los principios de honestidad e imparcialidad, rechazando enérgicamente las acusaciones de que su decisión esté motivada por razones económicas, como la preservación de una pensión vitalicia. Pardo ha insistido en que su renuncia es un acto de congruencia personal, marcando una postura firme ante lo que considera ataques infundados por parte de sectores del oficialismo. A pesar de su renuncia, ha señalado su intención de continuar desempeñando sus funciones hasta la transición con los nuevos jueces, que tomarán posesión en el próximo ciclo, reafirmando la importancia de un proceso judicial basado en la meritocracia y lejos de influencias externas.
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