Robert F. Kennedy Jr., quien inicialmente comenzó su carrera por la presidencia de los Estados Unidos como aspirante a la nominación demócrata, decidió cambiar su estrategia al postularse como candidato independiente al ver limitadas sus posibilidades dentro del partido. Sin embargo, finalmente optó por retirarse de la contienda y respaldar al expresidente Donald Trump, a pesar de que su nombre ya figuraba en las papeletas electorales de estados clave como Wisconsin y Míchigan. Kennedy Jr. solicitó que su nombre fuera retirado de las papeletas, exponiendo que mantener su candidatura en las mismas violaba su libertad de expresión al silenciar indirectamente su apoyo a Trump. Sin embargo, las autoridades de estos estados se negaron a hacerlo, argumentando que las papeletas ya habían sido distribuidas y que su modificación generaría complicaciones logísticas significativas.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decidido que el nombre de Kennedy Jr. permanezca en las papeletas, tanto en Wisconsin como en Míchigan. Este fallo es crucial ya que, aunque la mayoría de los votantes están al tanto de su retirada, algunos podrían optar por votarlo, afectando el resultado en unas elecciones tan divididas. Las autoridades de Míchigan subrayaron que ya se habían tabulado muchas papeletas, lo que complicaba cualquier modificación. En consonancia, las autoridades de Wisconsin indicaron que eliminar el nombre requeriría intervenciones logísticas considerables, como la preparación de millones de pegatinas para alterar las papeletas. Aunque el Tribunal rechazó los recursos sin proporcionar una justificación detallada, en el caso de Míchigan, el juez Neil Gorsuch se mostró en desacuerdo, resaltando el interés y las implicaciones de esta decisión y su potencial impacto en el proceso electoral.
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