El pasado mes de febrero, se llevó a cabo un intento para rellenar un agujero utilizando mortero, una operación que requirió 5.156,5 metros cúbicos del material y tuvo un coste que superó el millón de euros. A pesar de la inversión y el esfuerzo, la iniciativa no consiguió el resultado esperado, dejando el problema sin resolver y generando preguntas sobre la efectividad de la medida y la gestión de los recursos destinados a esta tarea.
El incidente ha generado preocupación y críticas entre los residentes y expertos que cuestionan la planificación y ejecución del proyecto. La situación pone de relieve la necesidad de buscar alternativas más efectivas y menos costosas para solucionar el problema, así como una mayor transparencia y rendición de cuentas en la gestión de obras públicas. Los responsables del proyecto aún no han ofrecido soluciones claras ni un plan de acción inmediato para abordar el fallo del intento inicial.
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