Javier Milei ha enfrentado su mayor revés político desde que asumió el poder hace 18 meses, al ser derrotado en el Senado por la oposición unida, que aprobó un paquete de leyes con aumento del gasto fiscal. La medida más significativa es un incremento del 7,2% en las pensiones, junto con proyectos que otorgan más fondos a las provincias, desafiando el superávit fiscal que Milei ha promovido como su principal logro electoral. El presidente ha denunciado lo que considera un «intento de golpe institucional» y ha prometido vetar las normas, planeando llevar el caso a la justicia para retrasar su aplicación hasta después de las elecciones de octubre, confiando en que un nuevo Parlamento, favorable a su gobierno, revertirá la situación.
El enfrentamiento en el Senado refleja la creciente tensión entre el Gobierno central y las provincias, cuyos gobernadores, previamente aliados de Milei, han manifestado su descontento con el manejo del superávit fiscal. La oposición, junto con las provincias, logró en la sesión no solo la aprobación del aumento de pensiones, sino también la declaración de emergencia para personas con discapacidad y la restauración de un fondo para Bahía Blanca, vetado por Milei. Las críticas internas se intensificaron, destacando la figura controvertida de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien, según el Gobierno, facilitó una sesión que consideran inválida. Mientras tanto, la ultraderecha, apoyada por figuras como Daniel Parisi, ha intensificado su retórica llamando a acciones extremas, lo que llevó a la senadora Juliana Di Tullio a anunciar denuncias por amenazas e intimidaciones.
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