Florence Pugh, una actriz reconocida por su versatilidad en el cine, ha dejado una huella significativa en la industria con su participación en películas como «Lady Macbeth», «Viuda Negra», y «Dune: Parte Dos». Sin embargo, su experiencia en «Midsommar», una pieza de terror dirigida por Ari Aster, le dejó secuelas emocionales que ahora comparte abiertamente. En una entrevista reciente, Pugh admitió que la intensidad del papel que interpretó en esta película resultó ser una experiencia psicológicamente agotadora, llevándola a admitir que fue un desafío mental que no estaría dispuesta a repetir. En «Thunderbolts», una producción de Marvel Studios, Pugh asumió retos físicos extremos, como lanzarse desde el segundo edificio más alto del mundo, mostrando su compromiso y audacia en el cine.
Pugh describe su trabajo en «Midsommar» como un proceso que la dejó emocionalmente rota, aunque también reconoce el orgullo que siente por el resultado final y la evolución que tuvo como actriz. A pesar de los retos enfrentados, la actriz deja claro que su dificultad no estuvo relacionada con el director ni con el equipo, sino con las exigencias emocionales del personaje que interpretaba. Aster, a quien describe como un «genio chiflado» y un «comediante nato», contribuyó a aliviar la tensión del rodaje, creando un ambiente de trabajo único y colaborativo. A través de sus experiencias, Pugh refleja la importancia de la salud mental para los actores y el delicado equilibrio necesario para abordar roles que demandan un alto compromiso emocional.
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