En su primera intervención pública tras el anuncio de un potencial alto al fuego en Gaza de 60 días por parte de Donald Trump, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu evitó pronunciarse de manera categórica sobre la propuesta. Sin embargo, reafirmó que la eliminación de Hamás y la liberación de los rehenes son objetivos innegociables para Israel. Durante una reunión en un oleoducto, Netanyahu declaró con firmeza que no habrá un «Hamastán» y que la liberación de todos los rehenes es fundamental para el futuro del país. Además, enfatizó que Israel debe aprovechar las «enormes oportunidades» que se presentan, buscando no solo derrotar a sus enemigos, sino también asegurar su futuro en diversas áreas.
Por su parte, Donald Trump anunció en su plataforma Truth Social que Israel había acordado un alto al fuego y presionó a Hamás para que también aceptara el acuerdo. Según el presidente estadounidense, sus representantes mantuvieron reuniones productivas con los israelíes y se están gestando esfuerzos para concretar el acuerdo de cese de hostilidades, mediado por Qatar y Egipto. Trump advirtió que la negativa de Hamás podría agravar la situación en la región, llamando a la acción para evitar un mayor deterioro en la paz del Oriente Medio.
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