El año 2024 ha sido testigo de un cambio significativo en el panorama del ransomware. La caída de LockBit, uno de los grupos de ransomware más activos, y el surgimiento de nuevos actores ha redefinido el ecosistema cibernético global. Según datos de Ransomlooker, la herramienta de monitoreo de Cybernews, los ataques de ransomware incrementaron un 26 % en comparación con 2023, alcanzando casi 5.300 víctimas en diversos sectores económicos.
LockBit, bajo la presión de la operación policial Cronos a inicios de 2024, experimentó un descenso dramático en su actividad, reduciéndose en un 50 % y contabilizando alrededor de 530 víctimas confirmadas. Este declive ha propiciado la expansión de otros grupos criminales que buscan consolidar su presencia en el ámbito global. Entre ellos, RansomHub ha emergido como una amenaza significativa con casi 500 ataques en su primer año. La banda Play, por su parte, se ha mantenido en el tercer lugar con 350 víctimas, enfocándose en sectores clave como la manufactura, tecnología e inmobiliario.
El aumento en el número de actores del ransomware es notable, pasando de 67 grupos activos en 2023 a 89 en 2024, según Ransomlooker. De estos, 43 son organizaciones nuevas o reestructuradas tras el desmantelamiento de bandas previas, evidenciando la capacidad de los ciberdelincuentes para adaptarse a las estrategias de las fuerzas de seguridad. La aparición de grupos como KillSec y Funksec, con 136 y 91 ataques respectivamente, refuerza la tendencia hacia una mayor sofisticación y proliferación de bandas criminales.
Sectores estratégicos han sido duramente golpeados en este contexto. La industria manufacturera sufrió el mayor número de ataques, con más de 300 empresas afectadas. Asimismo, las compañías tecnológicas y el sector inmobiliario también se vieron significativamente impactados, reportando 150 y 100 víctimas respectivamente. El sector sanitario continúa siendo un objetivo crítico, afectando infraestructuras esenciales.
A nivel geográfico, Estados Unidos lidera el ranking de naciones más atacadas con más de 1.700 organizaciones afectadas. A este le siguen Canadá y el Reino Unido, aunque con cifras menores. Notablemente, India ha emergido como un nuevo foco de interés para los ciberdelincuentes, consolidándose entre las regiones con más ataques después de años de relativa tranquilidad.
El desafío del ransomware sigue en aumento, presentando complejidades crecientes para gobiernos y empresas. La naturaleza adaptable de los grupos criminales y la aparición de nuevos actores complican los esfuerzos de erradicación. La descentralización de las operaciones y el fácil acceso a herramientas avanzadas sugieren un panorama en constante evolución.
Para enfrentar este reto, es indispensable que las empresas y organizaciones refuercen sus estrategias de ciberseguridad. La implementación de medidas de protección avanzada y la cooperación internacional serán esenciales para mitigar el impacto del ransomware y frenar su proliferación en el futuro cercano.
