Rafael Muñoz, un ex ejecutivo financiero con una destacada trayectoria en varias multinacionales, ha dado un giro radical a su carrera al embarcarse en la industria del calzado femenino. Aprovechando su experiencia empresarial y su pasión por el emprendimiento, ha lanzado una línea de calzado que prioriza la comodidad sin sacrificar el diseño y la calidad. Esta nueva aventura empresarial apuesta por el sello «made in Spain», destacándose por la fabricación local y el compromiso con los artesanos nacionales. En poco tiempo, los zapatos de Muñoz han conseguido una significativa presencia internacional, siendo comercializados en media docena de países europeos.
El éxito del calzado de Muñoz refleja una demanda creciente por productos que combinan estilo y confort, algo esencial en el ajetreado ritmo de vida moderno. La marca, que aún no ha sido revelada en este documento, se ha consolidado en el mercado no solo por su funcionalidad, sino también por su alto estándar de calidad y acabado, características que Muñoz atribuye a la pericia de los fabricantes españoles. Con un modelo de negocio que equilibra tradición e innovación, la nueva empresa de Muñoz representa un ejemplo de cómo la experiencia corporativa puede reinventarse exitosamente en nichos de mercado que valoran el origen y la calidad de los productos.
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