En un reciente esquema de fraude detectado en España, ciudadanos españoles habrían vendido sus pasaportes a ciudadanos dominicanos por apenas 500 euros. Estos documentos se vendían posteriormente a personas de origen dominicano con rasgos físicos similares por sumas mucho mayores, que alcanzaban hasta los 5000 euros. Las autoridades han descubierto esta operación, que parece haberse extendido por varias regiones, explotando no solo la necesidad de algunos ciudadanos españoles en dificultades económicas, sino también el deseo de dominicanos por obtener documentos europeos para facilitar su movilidad dentro del continente.
La operación involucra una red organizada que identificaba a potenciales vendedores y compradores, aprovechando las similitudes físicas para eludir los controles de migración. Esta red no solo se beneficiaba económicamente de la diferencia de precio en la transacción de los pasaportes, sino que también ponía en riesgo la seguridad e integridad de los sistemas de identificación en Europa. Las autoridades han intensificado las investigaciones, apuntando tanto a los facilitadores del mercado ilegal como a los compradores, en un esfuerzo por cerrar las brechas de seguridad que permiten tales actividades fraudulentas.
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