En un partido que desafió las expectativas y dejó boquiabiertos a los aficionados, el Atlético de Madrid y el Real Madrid protagonizaron un encuentro en el que un gol tempranero no fue suficiente para definir el destino del duelo. Apenas a los 20 segundos del inicio, el Atlético se adelantó en el marcador, lo que parecía ser el preludio de una victoria contundente. Sin embargo, en un enfrentamiento que mostró la complejidad de ambos equipos, el Atlético optó por ceder la iniciativa al Madrid, que se mostró desconectado de su habitual determinación. Pese al gol temprano, el Atlético no logró capitalizar la ventaja inicial, permitiendo que el Madrid resurgiera cada vez más, llevando el partido hacia los tiempos extra y, finalmente, hasta la tanda de penaltis.
La intervención decisiva llegó de la mano de Kylian Mbappé, quien con una jugada individual espectacular forzó un penalti al driblar a la defensa atlética. A pesar de la energía arrolladora de Mbappé, el partido se extendió hasta los penaltis, resaltando la resistencia inquebrantable del Madrid frente a cualquier adversidad. Federico Valverde, demostrando su versatilidad y resistencia al límite, se convirtió en el motor del equipo, impulsando a sus compañeros agotados a mantenerse de pie y luchar hasta el final. El partido culminó con una victoria dramática para el Real Madrid en la tanda de penaltis, sumando un nuevo capítulo a la ya legendaria rivalidad entre ambos equipos.
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