Primark, una de las marcas líderes en moda accesible a nivel global, ha decidido no participar en el Black Friday, un evento conocido por sus grandes descuentos que marca el inicio de la temporada de compras navideñas. Con una presencia consolidada de más de 300 tiendas en 11 países y ventas anuales superiores a los 8.000 millones de euros, la cadena apuesta por mantener precios bajos durante todo el año, eliminando la necesidad de descuentos especiales. Esta estrategia permite a Primark diferenciarse en un mercado donde los precios suelen fluctuar, evitando la percepción de calidad inferior que podría asociarse a las ofertas extremas del Black Friday. Además, gracias al flujo continuo de clientes en sus tiendas, la franquicia no enfrenta problemas de stock acumulado que requieran de un día de ventas masivas para ser despejados.
La postura de Primark se alinea también con su compromiso social y ambiental. La empresa ha sido objeto de críticas por su impacto ecológico, lo cual ha motivado la creación del programa Primark Cares, enfocado en reducir su huella ambiental y minimizar el desperdicio. Participar en un día que fomenta el consumismo desmedido como el Black Friday podría contradecir estos esfuerzos, ya que potenciaría el consumo irresponsable y la obsolescencia programada. A través de un enfoque sostenido en precios accesibles y prácticas responsables, Primark reafirma su compromiso con sus valores y su estrategia empresarial, distanciándose de eventos que contradicen su filosofía corporativa y, al mismo tiempo, cuidando de su reputación y del planeta.
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