La Churrería Antonio, con casi 90 años de historia, es un emblemático local situado en el corazón de Vallecas, Madrid. Abierta desde 1935, esta churrería destaca no solo por mantener viva la tradición de los churros, sino también por reinventar su oferta con un toque original. Su especialidad no son los churros tradicionales, aunque producen hasta 2.000 al día acompañados de 40 litros de un espeso chocolate caliente, sino unas delicias únicas conocidas como «ranas». Estas ranas, hechas de la misma masa que las porras pero con un toque especial de azúcar, anís y canela, han vuelto a la Churrería Antonio un lugar de culto para quienes buscan algo más que lo típico. Influencers como @Cocituber han contribuido a su reciente popularidad, destacándola como la mejor churrería de Madrid.
El modesto local mantiene una fachada que apenas ha cambiado a lo largo de las décadas, preservando un aire de autenticidad muy apreciado por sus clientes habituales. Además de las famosas ranas, la churrería también es conocida por sus buñuelos, disponibles solo los miércoles, y por sus deliciosas porras. La dedicación y destreza de sus trabajadores, muchos de los cuales llevan años en la churrería, garantizan la alta calidad de cada producto. Este ambiente familiar y acogedor, combinado con una receta que ha pasado de generación en generación, sigue atrayendo a nuevas generaciones y a seguidores nostálgicos. La exclusividad de las ranas, una verdadera explosión de sabor, ha consolidado a la Churrería Antonio como un destino imprescindible en Madrid, mezclando tradición e innovación en cada bocado.
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