En una jornada taurina en Gerena, el torero local se destacó cortando tres orejas, lo que le permitió una salida triunfal por la puerta grande. La actuación fue marcada por su valentía y técnica, capturando la atención del público a pesar de las difíciles condiciones climáticas. Su desempeño fue elogiado por su precisión en la plaza, consolidando su reputación como uno de los toreros más destacados del momento.
Por otro lado, Juan Ortega ofreció una actuación más introspectiva, comparada con una «sinfonía callada», que fue reconocida con un trofeo, premiando su arte y sensibilidad en la lidia. En contraste, Alejandro Talavante tuvo una tarde decepcionante; su actuación fue duramente criticada y se vio afectada por el fuerte viento que complicó la jornada de más de tres horas. La disparidad en las actuaciones dejó a los aficionados con una mezcla de emociones en un evento lleno de contrastes.
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