Dentro del Alto Tribunal, se ha desatado una considerable incomodidad por la reciente aparición del fiscal general en un acto oficial junto al Rey, la presidenta del Supremo y la Sala de Gobierno. Diversas fuentes dentro del Tribunal han calificado esta presencia como «escandalosa», generando un ambiente de tensión en las altas esferas judiciales. La situación ha sido percibida como una posible interferencia en la separación de poderes, un principio fundamental en el sistema democrático que buscan preservar.
La aparición del fiscal general, en un contexto tan significativo, ha avivado el debate sobre la independencia judicial y el papel de las instituciones del Estado. Aunque el encuentro formaba parte de una agenda de actividades ya establecidas, la interpretación de este hecho ha variado entre los observadores, generando críticas y preocupación sobre la percepción pública de la justicia. Esta situación ha reavivado la discusión sobre la necesidad de garantías de independencia en las instituciones, tema que sigue siendo una prioridad en el debate político y judicial del país.
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