La evolución de los teléfonos móviles, desde los voluminosos modelos de los años 80 hasta los sofisticados smartphones actuales, es un reflejo de los rápidos avances tecnológicos de las últimas décadas. Algunos dispositivos icónicos, como el Motorola DynaTAC 8000X, han quedado obsoletos frente a la tecnología moderna, pero no por ello han perdido su valor histórico y nostálgico. Muchos de estos antiguos modelos, especialmente aquellos que marcaron hitos en su época o fueron lanzados en ediciones limitadas, han encontrado un nicho en el mercado de coleccionistas. Desde los resistentes Nokia de los 90 hasta los primeros Apple o Samsung, ciertos teléfonos pueden alcanzar cifras impresionantes, alcanzando precios que superan varios miles de euros.
El valor de estos dispositivos no solo reside en su funcionalidad, sino en su capacidad de evocar recuerdos y representar un tiempo donde la telefonía móvil comenzaba a cambiar la forma en que nos comunicamos. Modelos como el Nokia 8110, famoso por su aparición en la película The Matrix, y el Motorola StarTAC 130, un precursor del diseño plegable, son especialmente buscados por los coleccionistas. Incluso teléfonos como el Orbitel Citiphone, a pesar de su diseño anticuado, tienen un lugar especial en el mercado vintage, alcanzando altos precios de reventa. En un extremo más exclusivo se encuentran modelos como el Nokia Sapphire 8800, y el primer iPhone, cuyos prototipos llegan a ser piezas codiciadas, logrando cifras que llegan a los 35.000 euros. Estos dispositivos han trascendido su uso original para convertirse en símbolos de la evolución tecnológica y cultural de la telefonía móvil.
Leer noticia completa en OK Diario.
