El conflicto entre Marruecos y Easyjet ha puesto de relieve las tensiones latentes en torno al Sáhara Occidental, un territorio considerado no autónomo por la ONU desde que fue ocupado por Marruecos en 1976. La polémica surgió después de que la aerolínea británica publicara en su revista de a bordo un mapa que no incluía este territorio como parte de Marruecos, sino que lo mostró según las fronteras reconocidas internacionalmente. La omisión desató la ira de internautas marroquíes, quienes argumentan que se trata de un “acto malicioso” y han lanzado una campaña en redes sociales para exigir una rectificación por parte de Easyjet. La respuesta del público refleja una sensibilidad nacionalista exacerbada, especialmente en un contexto influido por decisiones judiciales a nivel europeo que afirman la diferenciación geográfica y aduanera del Sáhara Occidental respecto a Marruecos.
La controversia coincide con una etapa crítica para Marruecos, marcada por sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que subrayan la distinción entre Marruecos y el Sáhara Occidental en el ámbito comercial y aduanero. Esta declaración, que afecta no solo a mapas sino también al etiquetado de productos como melones y tomates, ha sido un factor amplificador del descontento marroquí hacia la representación cartográfica internacionalmente aceptada. A raíz del incidente, actores del sector turístico de Marruecos han instado al director de la Oficina Nacional de Aeropuertos de Marruecos, Adel El Fakir, a intervenir y exigir que Easyjet modifique su representación para alinearse con la visión territorial del Reino alauí. Este caso refleja cómo cuestiones aparentemente técnicas pueden convertirse en escenarios de contiendas diplomáticas y culturales más amplias.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.