La consejera de Economía, Hacienda y Empleo, Rocío Albert, tuvo una destacada participación en el «Tax Global Meeting», evento celebrado en Cádiz que congrega anualmente a representantes del sector privado, instituciones públicas y académicas. El objetivo del encuentro es analizar las principales cuestiones estratégicas que afectan a los sistemas fiscales y su funcionamiento en un entorno global.
Durante su intervención, Albert subrayó la importancia de que todas las regiones estén representadas adecuadamente en las negociaciones fiscales, específicamente en órganos como el Consejo de Política Fiscal y Financiera. La consejera insistió en la búsqueda de fórmulas más sencillas y transparentes que permitan reequilibrar los resultados y fortalecer la solidaridad entre las regiones.
En su discurso, Albert lamentó que el Fondo de Competitividad se haya diseñado para perjudicar a Madrid. Según sus declaraciones, esta limitación implica que la Comunidad de Madrid deje de recibir entre 550 y 1.000 millones de euros adicionales de financiación anualmente debido a un tope establecido. También recordó que la Comunidad de Madrid es la región más solidaria de España, aportando el 77% al Fondo de Servicios Públicos Fundamentales. Sin embargo, criticó que en el reparto por población, Madrid se queda por debajo de la media.
La política fiscal fue otro de los temas centrales abordados en el foro, con la participación de representantes de los gobiernos de Andalucía y Castilla-La Mancha. Rocío Albert destacó el modelo de la Comunidad de Madrid en los últimos 20 años, que se basa en la reducción de impuestos para mejorar la recaudación. “Bajamos los impuestos y mejoramos la recaudación porque apoyamos la economía productiva y estimulamos la actividad, lo que reduce en más empleo, transacciones comerciales y, por tanto, más dinero y libertad a disposición de todos los ciudadanos”, enfatizó la consejera.
En línea con su enfoque, Albert también criticó las 69 subidas impositivas aprobadas por el Gobierno central, alegando la ausencia de medidas para contener el gasto, mejorar la eficiencia y aumentar la competitividad de la economía. Según sus palabras, no se han tomado decisiones que contribuyan a gestionar los recursos públicos de manera más eficaz, lo que contrasta con la política fiscal implementada en Madrid.