Los agricultores catalanes han vuelto a tomar las calles en una nueva ola de movilizaciones, un año después de la emblemática ‘revolta pagesa’. Las concentraciones de este jueves, realizadas con el uso de coches y remolques, se llevaron a cabo frente a los servicios territoriales de la conselleria de Agricultura en ciudades como Tarragona, Tortosa, Tremp y Girona. El objetivo de estas acciones es denunciar la falta de respuestas efectivas por parte del Govern ante la crisis que afecta al sector agrícola y ganadero en la región. Los manifestantes han entregado un manifiesto a las autoridades para recalcar que la respuesta institucional ha sido insuficiente, y han señalado que el punto culminante de las protestas será el próximo lunes 10 de febrero, cuando se esperan cortes de carreteras en varios puntos estratégicos de Cataluña.
La reanudación de las protestas ha sido también anunciada en redes sociales, con mensajes que invitan a la ciudadanía a unirse al clamor rural bajo el lema «Volvemos a la calle un año después. Cambiemos el país, sembremos el futuro». Esta movilización ocurre en un contexto en el que los agricultores buscan visibilizar nuevamente las dificultades económicas y de abastecimiento de agua que enfrenta el sector, destacando momentos como el corte de la Gran Vía de Barcelona por parte de tractores frente a la conselleria de Acción Climática. Los organizadores esperan que estas protestas generen mayor empatía hacia las demandas de los agricultores y motiven un cambio significativo en las políticas agrarias de Cataluña.
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