Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China (USTC) han dado un paso monumental en la computación cuántica al presentar su último logro: el procesador cuántico superconductor Zuchongzhi-3. Con un despliegue de 105 cúbits y 182 acopladores, este avance consolida la posición de China en la carrera global por la supremacía cuántica, desafiando los límites establecidos por los supercomputadores clásicos y marcando un nuevo referente en el ámbito cuántico.
El equipo chino, en colaboración con la Academia China de Ciencias, ha situado al Zuchongzhi-3 como un punto de inflexión en la investigación de circuitos cuánticos aleatorios. Este procesador funciona a una velocidad incomparable, es decir, 10¹⁵ veces más rápida que la del supercomputador más avanzado del mundo, y duplica en un millón de veces los últimos resultados publicados por Google. Estos logros no solamente posicionan a China a la vanguardia de esta tecnología, sino que desafían a gigantes como Google, IBM y Microsoft en su propio terreno.
El Zuchongzhi-3 no surge de la nada. Este procesador es el último eslabón en una cadena de desarrollos que incluye al Zuchongzhi-2 y Jiuzhang-3. Ahora, con sus características de 105 cúbits y 182 acopladores, el nuevo procesador se convierte en un estándar de referencia en la computación cuántica superconductora. Su capacidad para realizar cálculos a gran escala con una precisión sin precedentes es una clara demostración de cómo la USTC está llevando la tecnología cuántica al siguiente nivel.
Desde la demostración de la supremacía cuántica por parte de Google en 2019 con su procesador Sycamore de 53 cúbits, el desarrollo en este campo ha sido fulgurante. La afirmación original de Google, que completó una tarea en 200 segundos que habría tomado 10,000 años de cálculo en un supercomputador clásico, ha sido constantemente desafiada. En 2023, la USTC logró optimizar algoritmos clásicos para realizar la misma tarea en tan solo 14 segundos con la ayuda de más de 1,400 GPUs A100 de NVIDIA. Con la aparición de supercomputadores como Frontier, el tiempo de cálculo se ha reducido a 1,6 segundos, poniendo en cuestión una vez más el concepto de supremacía cuántica.
El Zuchongzhi-3 representa no solo un avance en el procesamiento cuántico, sino también un auspicioso futuro para la computación cuántica a gran escala. Los investigadores de la USTC ya trabajan en áreas esenciales para su evolución, como la corrección de errores cuánticos y el entrelazamiento cuántico, además de aplicaciones en química cuántica. Con la integración de un código de superficie de mayor distancia, se espera una mejora superior en la manipulación y corrección de errores de los cúbits.
La comunidad científica no ha escatimado en elogios para este avance, definiendo al Zuchongzhi-3 como una nueva referencia en la computación cuántica. Además, publicaciones influyentes han resaltado su relevancia en el continuo desarrollo de esta tecnología disruptiva.
Esta iniciativa refuerza el compromiso estratégico de China en la computación cuántica, en su búsqueda por retos innovadores en inteligencia artificial, criptografía y simulaciones de materiales. Con este hito, China no solo marca el presente, sino que también prepara el terreno para futuras generaciones de procesadores cuánticos superconductores, en un contexto de competitividad creciente con Estados Unidos en este ámbito emergente.