Según datos recientes de la Sociedad Española de Neurología, casi un 48% de la población enfrenta dificultades para conciliar el sueño. Este fenómeno, que afecta a casi la mitad de los ciudadanos, tiene múltiples causas, entre ellas se destacan factores ambientales y hábitos personales que alteran la calidad del descanso nocturno. La temperatura y el ruido en el entorno, así como la presencia de luz artificial, son elementos determinantes que impiden un sueño reparador. Además, el uso excesivo de dispositivos móviles antes de dormir también juega un papel crucial en la interferencia del sueño, una problemática que ha cobrado mayor protagonismo en la sociedad contemporánea.
Los expertos subrayan la importancia de mantener un ambiente adecuado en el dormitorio para favorecer un sueño óptimo. Recomiendan controlar la temperatura, reducir al mínimo los ruidos y oscurecer completamente la habitación para asegurar un entorno propicio para el descanso. Asimismo, instan a la población a limitar el uso de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos antes de acostarse, ya que la luz azul que emiten puede alterar el ciclo natural del sueño. Abordar estos factores, según los neurólogos, es clave para mejorar la calidad del sueño y, por ende, la salud y el bienestar general de las personas.
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