La Comisión Europea ha acelerado su propuesta para imponer un veto a las compras de gas natural licuado (GNL) ruso, anticipando su entrada en vigor hasta el 1 de enero de 2027. Esta iniciativa incluye la ampliación de sanciones financieras que también afectarán al sector de las criptomonedas y las transacciones con tarjetas, buscando frenar la financiación del Kremlin a través de mecanismos de elusión en países terceros. Bruselas planea sancionar a aquellos que ayuden a Rusia a eludir las restricciones comprando combustibles fósiles, incluyendo refinerías y empresas petroquímicas, y ha alertado sobre las acciones militares rusas recientes, que evidencian un desprecio por la diplomacia y el derecho internacional.
Además, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, anunció que el nuevo paquete de sanciones —el decimonoveno desde el inicio de la invasión de Ucrania— contempla restricciones no solo al GNL, sino también a exportaciones de bienes y tecnologías críticas para la industria militar rusa. Se busca también utilizar los activos rusos congelados en Europa para apoyar la reconstrucción de Ucrania, sin tocar el capital en sí. Esta estrategia, que se enmarca dentro de un esfuerzo coordinado para aumentar la presión sobre Moscú, destaca la resiliencia de la UE y su compromiso por afectar la economía rusa. Von der Leyen instó a los estados miembros a respaldar rápidamente esta nueva ronda de sanciones para presionar a Rusia a buscar una solución pacífica al conflicto.
Leer noticia completa en 20minutos.