En medio de una creciente tensión diplomática, Brasil ha decidido mantener la compostura y apostar por la diplomacia frente a las recientes agresiones verbales del gobierno venezolano. El Ministerio de Exteriores brasileño emitió una nota rechazando los insultos y acusaciones que han surgido desde Caracas, tras la decisión de Brasil de bloquear la entrada de Venezuela al grupo BRICS+, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Según el comunicado, Brasil opta por no responder a las provocaciones y mantener un trato respetuoso hacia Venezuela y su pueblo, un enfoque que busca preservar la paz diplomática a pesar de las crecientes fricciones. Fuentes del gobierno brasileño han destacado que una de las críticas más severas hacia Maduro es su fracaso en reconocer el papel democrático del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha intentado facilitar el diálogo político en Venezuela.
La situación se agravó cuando Nicolás Maduro viajó a la cumbre de los BRICS+ en Rusia, con la esperanza de que Vladimir Putin interviniera a su favor para incluir a Venezuela en el grupo. Sin embargo, sus planes se frustraron y la tensión escaló con amenazas y un ambiente hostil generado por las autoridades venezolanas, incluidos mensajes considerados amenazantes. Mientras tanto, Lula, quien anteriormente había intentado reintegrar a Venezuela en la comunidad internacional mediante esfuerzos diplomáticos, ha llegado al límite de su paciencia debido a las maniobras del chavismo para mantenerse en el poder. La respuesta brasileña ha sido firme pero cautelosa, evitando la confrontación directa con Maduro mientras busca mantener la estabilidad regional y defender su posición en favor de la democracia y el diálogo.
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