Theo van Gogh, cineasta holandés asesinado en 2004, fue víctima de un violento ataque que culminó con la colocación de una ‘fatwa’ en su pecho, manifestando la amenaza que enfrenta Ayaan Hirsi Ali, activista y escritora conocida por su crítica al islam. Hirsi Ali, quien abandonó el mundo musulmán para abrazar el ateísmo, y recientemente se ha convertido al cristianismo, vive bajo protección constante debido a las amenazas en su contra. Su vida ha estado marcada por el activismo en pro de los derechos de las mujeres y en contra de la opresión religiosa, causas que la lanzaron a la controversia en numerosos círculos políticos y sociales.
Recientemente, Hirsi Ali ha centrado sus esfuerzos en una campaña crítica hacia la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, argumentando en contra de algunas de sus políticas. Esta nueva faceta de Hirsi Ali amplía su influencia y reafirma su posición como figura polarizadora. No obstante, sus acciones también han generado un intenso debate sobre la libertad de expresión y la crítica religiosa, temas que, indudablemente, seguirán siendo motivo de discusión tanto en Europa como en América. La transformación de Hirsi Ali y su continuo activismo ilustran la complejidad de su figura pública, cuyas opiniones resuenan más allá de las fronteras culturales y religiosas.
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