La remodelación del aeropuerto de Barcelona-El Prat comenzará en la terminal T1 a partir de 2027, con un presupuesto de 700 millones de euros. Este proyecto busca ampliar la capacidad del aeropuerto Josep Tarradellas, comenzando por mejorar las instalaciones para pasajeros, y más adelante, extender la tercera pista cercana al mar. Eva Valenzuela, directora del aeropuerto, enfatizó la necesidad de estas obras complementarias para ampliar la terminal y prolongar la pista. Las reformas en la T1 añadirán 70.000 metros cuadrados y desplazarán 38 metros la fachada, afectando viales y estacionamientos. Además, una torre de control antigua será demolida, aumentando la capacidad de la terminal central del aeropuerto, que sirve anualmente a 33 millones de pasajeros de Vueling, la aerolínea con mayor tráfico en El Prat.
Aena prevé inaugurar las obras en 2033, aunque admiten que el plazo para la pista es «optimista», dadas las autorizaciones ambientales pendientes de la Unión Europea. Tras concluir estas expansiones, se planifica una nueva terminal satélite para satisfacer el crecimiento del tráfico aéreo. El aeropuerto, diseñado por Ricardo Bofill y operativo desde 2009, ya superó los 55 millones de pasajeros en 2024, un récord histórico. Sin embargo, las obras, aunque necesarias, ocasionarán incomodidades para los usuarios, como la creación de nuevas puertas provisionales y modificaciones en el tráfico. En paralelo, se están renovando los filtros de seguridad en la T1, con una inversión de 39 millones de euros, a finalizarse en el primer trimestre de 2027. Lluïsa Moret, portavoz del PSC, ha subrayado la importancia de la participación de la Generalitat en la gobernanza del aeropuerto, en línea con acuerdos políticos vigentes.
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