En el más reciente episodio de «Pesadilla en la cocina», Alberto Chicote se enfrentó a una situación peculiar en el bar Los Pitos. El chef acudió al establecimiento con la intención de brindar ayuda para solucionar sus problemas, principalmente económicos. Durante su visita, Rosana, la propietaria del local, atrajo la atención al referirse erróneamente al presentador como «Pichote» y corregirse inmediatamente. Sin embargo, lo más sorprendente del encuentro fue cuando Rosana decidió someter a Chicote a un inusual ritual con un palo santo, asegurando que serviría para tranquilizarlo.
A pesar de su desconcierto, Chicote intentó seguir la corriente a la dueña, quien insistía en que el ritual le ayudaría a liberar malas energías. Aunque el chef expresó su incomodidad con la idea de ser «atizado con un palo», Rosana continuó explicándole la supuesta finalidad del acto mientras encendía el palo con un mechero. Finalmente, el ritual concluyó y el presentador pudo retomar su tarea original, evaluando los platos del establecimiento. Este episodio dejó a los espectadores con una mezcla de sorpresa y humor, destacando el tono a menudo inesperado del popular programa.
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