Las comunidades de Oaxaca se mantienen alertas ante la proximidad de la depresión tropical Once-E, que amenaza con impactar el Pacífico mexicano entre las Bahías de Huatulco y Salina Cruz. La población observa con preocupación cómo las lluvias intensas persisten en la costa sur, incrementando el riesgo de deslaves, un problema recurrente que ha afectado a la región en las últimas semanas. La situación ha llevado a los residentes a prepararse para posibles evacuaciones, mientras las autoridades monitorean constantemente el desarrollo del fenómeno climático que se espera toque tierra entre la noche del jueves y la madrugada del viernes.
En Juchitán, el temor a las inundaciones es palpable. Esther Pineda, habitante de la localidad, expresó su esperanza de que los daños sean mínimos, mientras que la Guardia Nacional ya ha intervenido para rescatar a personas en áreas bajas afectadas. El alcalde Miguel Sánchez ha dispuesto albergues en salones y el tecnológico local, habilitando espacios para acoger a unas 1.500 personas en caso de que la evacuación sea necesaria. Según el último informe oficial, emitido a las 12 de la mañana, la depresión tropical se encuentra a 60 kilómetros al sur de Salina Cruz, con vientos sostenidos de 55 km/h, mientras las comunidades se preparan para enfrentar esta nueva amenaza climática.
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