La Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), en colaboración con Arsys y el Grupo de Investigación en Economía Política de Innovación de la Universidad Complutense de Madrid, ha revelado el primer barómetro nacional sobre la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) en el ámbito empresarial español. Este informe, desarrollado entre los meses de abril y julio de 2024, representa un hito al capturar la opinión de más de 450 altos ejecutivos sobre la aplicación de esta tecnología en los procesos de negocio.
El barómetro refleja que el 40% de los directivos encuestados creen que las empresas que no se adapten a la IAG están en peligro de desaparecer. Aunque muchos reconocen las oportunidades que ofrece esta tecnología, como la optimización de la eficiencia y la personalización de servicios, también enfrentan obstáculos significativos, especialmente en la percepción de pérdida de control sobre la privacidad de los datos y el manejo autónomo de la información.
La adopción de la IAG en España está liderada por grandes corporaciones, especialmente en atención al cliente, personalización de productos y optimización de procesos internos. No obstante, las pequeñas y medianas empresas enfrentan barreras importantes debido a una falta de madurez tecnológica y limitaciones de recursos. La resistencia al cambio, curiosamente, no es vista como un factor fundamental.
Los sectores agroalimentario, de servicios, construcción y energía son particularmente lentos en adoptar la IAG, a pesar de su significativa contribución al empleo y al PIB español. Los desafíos estructurales en estos sectores, como la escasez de talento especializado y recursos tecnológicos, son identificados como barreras claves para la integración de esta tecnología.
El informe también destaca preocupaciones éticas y de privacidad. Un 54% de los directivos teme que la IAG pueda conducir a una pérdida de control en la toma de decisiones estratégicas, especialmente en el caso de grandes empresas. La capacidad de la IAG para gestionar autónomamente grandes volúmenes de datos incrementa estas inquietudes, llamando la atención sobre la necesidad de regulaciones que aseguren una gestión ética y segura de la información.
Miguel Martínez Vélez, Chief Product Officer de Arsys, ha señalado que «la IA es un elemento clave para la productividad, y el mejor momento para su integración es ahora, si no se ha hecho ya». Por su parte, José Molero, Profesor Emérito de la UCM, enfatiza que «la transformación planteada por la IAG debe ser abordada con un conocimiento adecuado de sus riesgos y beneficios».
Este informe establece un primer paso hacia una transformación digital en España, resaltando la importancia de una implementación controlada y ética que garantice la competitividad en un mercado globalizado. Los datos del barómetro sugieren que la evolución hacia la IAG requerirá tanto responsabilidad como agilidad para adaptarse a una era marcada por el cambio tecnológico.