La cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para 300.000 venezolanos en Estados Unidos, beneficiados en 2023, ha generado conmoción y temor entre la comunidad migrante de ese país. Según documentos del Gobierno revelados por The New York Times, la nueva secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ha determinado que Venezuela ya no cumple con las condiciones para mantener la protección. La medida, que será oficializada próximamente, dejará a miles de venezolanos, como Jackson Villamarín, en una situación de vulnerabilidad y en riesgo de deportación. Villamarín expresa su miedo creciente a las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), reflejando el pánico entre los migrantes que se ven obligados a vivir con la amenaza constante de ser expulsados del país.
Este drástico cambio en la política migratoria estadounidense ha sido criticado por defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes argumentan que la situación en Venezuela no ha mejorado, tal como afirma el abogado de inmigración Willy Allen. La decisión coincide con una reciente visita del enviado de Donald Trump a Caracas, donde se llevaron a cabo controversiales conversaciones con Nicolás Maduro sobre la aceptación de los deportados venezolanos, incluidos los miembros del Tren de Aragua. Aunque Trump descarta un reconocimiento oficial al gobierno de Maduro, el anuncio aviva las tensiones y críticas hacia su administración por parte de los venezolanos, que se sienten traicionados tras las promesas de oposición contundente hacia el régimen. Esta situación emplaza nuevamente el futuro del TPS en un clima de incertidumbre legal, habiendo sido anteriormente rechazados los intentos de Trump de eliminarlo para varios países, con la esperanza de que una demanda pueda revertir esta reciente determinación.
Leer noticia completa en El Pais.