El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció que se permitirá la entrada de una «cantidad básica» de alimentos en la Franja de Gaza, que enfrenta el riesgo de hambruna tras más de dos meses de bloqueo. Esta decisión sigue la recomendación del ejército israelí, a pesar de la crítica situación en Gaza, y busca evitar que una crisis humanitaria amenace la continuación de la operación militar «Carros de Gedeón». Según un comunicado de la Oficina del Primer Ministro, el objetivo es garantizar que la ayuda no sea controlada por Hamás, en un contexto de intensos combates que ya han causado más de un centenar de muertos diarios y desplazamientos masivos.
No se ha especificado cuándo ni cómo se reintroducirá la ayuda, pero se menciona un plan respaldado por Estados Unidos para establecer puntos de distribución en el sur de Gaza, bajo vigilancia militar y gestionados por una fundación norteamericana con contratistas privados. Esta propuesta ha sido rechazada por la ONU y organizaciones humanitarias, que argumentan que podría obligar a desplazamientos forzosos y no cumpliría con el principio de neutralidad. La situación sigue siendo delicada, mientras la comunidad internacional observa con preocupación la evolución de los eventos en la región.
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